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Viernes, 2024-04-19, 8:15 PM VisitanteRSS |
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Algunos Se Preguntan, ¿Por que Soy?¿Por que Son? Anarkistas Aqui esta Tu Respuesta
La Sociedad es Una Gran sombra Proyectada sobre la pared,para espanto de los niños y de los tontos igual deficinion nos queda para los criticos.
El insulto rock, ignecente como un termo cauterio,la frace consoñosa como la serpiente,el desprecio finjido mascara del miedo,la frace abrumadora y peante la escomunion sagrada tan poderible su majestad comica,la diatriva,la ofensa toda una union de odio doloroso sale de los labios de la sociedad para dictar su sentencia.
La disciplina es el precio que se ha de pagar para ser admitidos en la sociedad, es por eso que no queremos pertenecer ni a la familia.
los asotes fisicos y las calamidades de la naturaleza humana, hicieron necesaria la sociedad, la sociedad se agrego a los desastres de la naturaleza,los inconvenientes de la sociedad hicieron necesarios al gobierno y el gobierno de agrego a los desastres de la sociedad, esta es la triste historia de la naturaleza humana y su cosecha.
Mienta, esa es la palabra de orden en el estado de mentira social en el cual vivimos
La Anidada,De cuervo no se perdona el haver empollado un aguila y por eso la picosea Feros Mente.
Queda alo por agregar, que la sociedad es una Flor..... Carnivora
Pero, ¿cuántas veces tendremos que repetir que los anarquistas no queremos imponer nada a nadie; que no creemos ni posible ni deseable querer el bien de la gente por la fuerza y que lo único que queremos es que nadie nos imponga a nosotros su voluntad, que nadie pueda imponer a los demás su forma de vida social de no ser libremente aceptada?.
La base fundamental del método anarquista es la libertad, y por lo tanto, luchamos y lucharemos contra todo lo que viole la libertad (libertad igual para todos), cualquiera sea el régimen dominante: monarquía, república u otros.
Anarquista es, por definición, aquél que no quiere estar oprimido y no quiere ser opresor; aquél que quiere el máximo bienestar, la máxima libertad, el máximo desarrollo posible para todos los seres humanos.
El socialismo (y con más razón el anarquismo) no puede ser impuesto, ya que sea por razones morales de respeto a la libertad, ya sea por la imposibilidad de aplicar, a la fuerza, un régimen de justicia para todos. No puede ser impuesto a la mayoría por una minoría, pero tampoco por la mayoría a una o a varias minorías. Por eso somos anarquistas, es decir, queremos que todos tengan la libertad, efectiva, de vivir como quieran, lo cual no es posible sin expropiar a los que actualmente detienen la riqueza social y sin poner los medios de trabajo a disposición de todos.
Que no nos vengan con filosofías y hablarnos de egoísmo, altruismo u otros rompecabezas. Estamos de acuerdo: somos todos egoístas, todos buscamos nuestra satisfacción. Pero es anarquista aquel cuya máxima satisfacción es la de luchar para el bien de todos, para la realización de una sociedad en la que él pueda encontrarse, hermano entre hermanos, en medio de hombres sanos, inteligentes cultos y felices. El que, en cambio, puede adaptarse, contento, a vivir entre esclavos y a sacar provecho del trabajo de los esclavos, no es, no puede ser anarquista. Somos anarquistas por un sentimiento que es la fuerza motriz de todos los verdaderos reformadores sociales y sin el cual nuestro anarquismo seria una mentira o un sin sentido. Este sentimiento es el amor por los hombres, es el hecho de sufrir por los sufrimientos ajenos. Si como, no puedo comer a gusto al pensar que algunos mueren de hambre; si compro un juguete para mi hijo y me alegro de su felicidad, mi alegría se amarga al ver ante el escaparate niños con los ojos anhelantes que podrían ser felices con un títere de dos reales y no pueden tenerlo; si me divierto, mi espíritu se entristece al recordar que en prisión gimen muchos seres humanos; si estudio o realizo algún trabajo que me gusta, siento algo así como un remordimiento al pensar que tantos hombres con mayor ingenio que yo están obligados a desperdiciar su vida en una ocupación alienante, muchas veces inútil o perjudicial. Puro egoísmo, como ven, pero un egoísmo al que otros llaman altruismo, y sin el cual, como quiera que se le llame, es imposible ser realmente anarquistas.
Nosotros, por el contrario, no pretendemos poseer la verdad absoluta, creemos más bien en la verdad social; la mejor forma de convivencia social no es algo fijo, valido para todos los tiempos y para todos los lugares, algo que pueda determinarse con anticipación, sino algo que, una vez asegurada la libertad, se va descubriendo y llevando gradualmente a la practica con los menores roces y la menor violencia posibles. Por eso nuestras soluciones dejan siempre la puerta a varias soluciones y, a poder ser, mejores".
Anarquía quiere decir no violencia, no dominación del hombre por el hombre, no imposición de la voluntad de uno o de varios otros.
Los anarquistas están en contra de la violencia (…) La idea central de la anarquía es la eliminación de la violencia en la vida social (…) Por eso somos enemigos del capitalismo que obliga, apoyándose en la protección policíaca, a los trabajadores a dejarse explotar por los poseedores de los medios de producción. (…) Por eso también somos enemigos del Estado, que es la organización (...) violenta de la sociedad. La violencia es justificable sólo cuando es necesaria para defenderse a si mismo y a los demás contra la violencia. (…) El esclavo está siempre en estado de legítima defensa y, por lo tanto, su violencia contra el amo, contra el opresor, es siempre moralmente justificada…"
La paz obtenida con la punta de la espada no es más que tregua.
Los grandes son grandes porque nosotros estamos de rodillas. ¡Levantémonos!
Quienquiera que ponga su mano sobre mí para gobernarme es un usurpador y un tirano y le declaro mi enemigo.
Ser gobernado es ser observado, inspeccionado, espiado,dirigido, sometido a la ley, regulado, escriturado, adoctrinado, sermoneado, verificado,estimado, clasificado según tamaño, censurado y ordenado por seres que no poseen los títulos, el conocimiento ni las virtudes apropiadas para ello. Ser gobernado significa, con motivo de cada operación, transacción o movimiento, ser anotado, registrado, contado, tasado, estampillado, medido, numerado, evaluado, autorizado, negado, autorizado, endosado, amonestado, prevenido, reformado, reajustado y corregido. Es, bajo el pretexto de la utilidad pública y en el nombre del interés general, ser puesto bajo contribución, engrillado, esquilado, estafado, monopolizado, desarraigado, agotado, embromado y robado para, a la más ligera resistencia, a la primera palabra de queja, ser reprimido, multado, difamado, fastidiado, puesto bajo precio, abatido, vencido, desarmado, restringido, encarcelado, tiroteado, maltratado, juzgado, condenado, desterrado, sacrificado, vendido, traicionado, y, para colmo de males, ridiculizado, burlado, ultrajado y deshonrado.
El comunismo, como a menudo he criticado, es la auténtica negación de la sociedad en su base, la cual es la progresiva equivalencia de funciones y capacidades. Los comunistas, hacia los cuales tienden todos los socialismos, no creen en la igualdad por naturaleza y educación. La suplen por decretos soberanos que no pueden soportar, sin importar lo que hagan. En lugar de buscar justicia en la armonía de los hechos, la toman de sus sentimientos, llamando justicia a cualquier cosa que les pareciese amor por el vecino e incesantemente confundiendo hechos de la razón con hechos emocionales.
Libertad es igualdad, porque la libertad solo existe en el estado social, y fuera de la igualdad no puede haber sociedad. Libertad es anarquía, porque no admite el imperio de la voluntad, sino solo la autoridad de la ley, es decir, de la necesidad. Libertad es variedad infinita, porque respeta todas las voluntades dentro de los límites de la ley. Libertad es proporcionalidad, porque ofrece plena latitud a la ambición del mérito y a la emulación de la gloria Le es tan imposible a la sociedad fundada sobre el principio propietario de no desembocar a la distinción de clases, como a la democracia de no llegar al despotismo, a la religión de ser razonable, el fanatismo de ser tolerante. Es la ley de la contradicción: ¿cuánto tiempo nos será necesario para comprenderlo. De la misma manera que el hombre busca la justicia en la igualdad, la sociedad busca el orden en la anarquía.
En medio de este mar de angustia cuya marea crece en torno a ti, en medio de esa gente que muere de hambre, de esos cuerpos amontonados en las minas y esos cadáveres mutilados yaciendo a montones en las barricadas. . . Tú no puedes permanecer neutral; vendrás y tomarás el partido de los oprimidos, porque sabes que lo bello y lo sublime -como tú mismo- está del lado de aquellos que luchan por la luz, por la humanidad, por la justicia.
El exceso de trabajo repugna a la naturaleza humana, pero no el trabajo. El exceso de trabajo para proveer a una minoría los lujos, pero no el trabajo que origina el bienestar de todos. El trabajo, la labor, es una necesidad psicológica; la necesidad de gastar la energía física acumulada; una necesidad que es en sí la salud y la vida. Si tantas clases de trabajo útil son hechas ahora de mala gana, es únicamente porque imponen un exceso de trabajo o no están bien organizadas. Nosotros sabemos -el viejo Franklin lo sabía también-, que cuatro horas de trabajo útil por día son más que suficientes para que todo el mundo pueda gozar del bienestar de una casa, de una familia verdaderamente acomodada de la clase media, si todos nosotros nos dedicáramos a un trabajo productivo y no derrochásemos nuestras fuerzas productivas, como hacemos ahora. En cuanto a la cándida cuestión que desde unos cincuenta años se viene sosteniendo de ¿quién hará el trabajo desagradable?, yo lamento francamente que ninguno de nuestros sabios se haya visto obligado a hacerlo, aunque fuera tan solo por un día. Si hay todavía trabajo que es desagradable en sí, es únicamente porque nuestros científicos no han querido pensar en los medios para hacerlo menos desagradable; han sabido siempre que había una multitud de hambrientos que harían aquellos trabajos por unos cuantos céntimos al día
Es preciso para un gobierno castigar a los que violan las leyes de la sociedad, hay muchas cosas que decir sobre eso, lo que hace difícil tratarlo por incidencia. Cuanto más estudiamos la cuestión, tanto más estamos obligados a afirmar que la sociedad, en si, es responsable de las acciones antisociales cometidas en medio de ella; y que ningún castigo, ninguna cárcel y ningún verdugo puede disminuir el número de tales hechos; solamente puede hacerlo una reorganización de la sociedad misma.
Llegando a ser anarquistas, le declaramos la guerra al amontonamiento de mentiras, astucia, explotación, depravación, vicio. La declaramos a esa manera de pensar, obrar. El gobernado, el engañado, el explotado, la prostituta lastiman, ante todo, nuestros sentimientos de igualdad. En nombre de esa igualdad, no queremos ni prostitutas, ni explotados, ni engañados, ni gobernados.
Nosotros, los anarquistas, no tememos renunciar al juez ni a la condena. No tememos declarar ‘haz lo que quieras y como quieras', porque estamos convencidos de que la inmensa mayoría de los hombres, a medida que se eduquen y se quiten de encima las actuales trabas, actuarán siempre en una dirección útil a la sociedad.
Pan: la revolución necesita pan! ¡Que se ocupen otros de lanzar circulares con prosa brillante! ¡Que se pongan todos los galones que puedan soportar sus hombros! ¡Que otros finalment hagan peroratas acerca de las libertades políticas! Nuestra tarea específica consistirá en obrar de manera tan que, desde los primeros días de la revolución, y mientras ésta dure, no haya un solo hombre en el territorio insurrecto a quien le falte el pan, ni una sola mujer que se vea obligada a hacer cola ante una panadería para recoger el pedazo de pan de salvado que le quieran arrojar de limosna, ni un solo niño a quien le falte lo necesario para su debil constitución
El cristianismo es, precisamente, la religión por excelencia, porque expone y manifiesta, en su plenitud, la naturaleza, la propia esencia de todo sistema religioso, que es el empobrecimiento, el sometimiento, el aniquilamiento de la humanidad. - Yo (nosotros) buscamos la abolición del estado, la eliminación total del principio de autoridad y de tutela gubernamental, la cual, bajo el pretexto de hacer a los hombres morales y civilizarlos, lo hace, por lo contrario, avanzados, oprimidos y arruinados para siempre.
La idea de dios implica la abdicación de la razón humana y de la justicia humana; es la negación mas decisiva de la libertad humana y lleva necesariamente a la esclavitud de los hombres, tanto en la teoría como en la práctica.
El Simple Hecho De No Saber Quien Eres,Te Convierte En Uno Mas Del Monton
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